Gelatina de Frambuesa.

 

Ingredientes:

- Para el bizcocho.

• 35ml. De leche,
• 25gr. Perejil .
• 90gr. Azúcar.
• 3 Huevos.
• 65gr, Harina de trigo.

- Para la gelatina.

• 170gr. Agua.
• 75gr. Azúcar.
• 4 un, Hoja gelatina (2 gr. unidad.)
• 50gr. Frambuesa fresca.

Elaboración:

-Para el bizcocho.

1. Escaldamos el perejil, lo pasamos por el colador y dejamos que se enfrié.
2. Ponemos en el vaso de la turmix el perejil y la leche, batimos bien fino.
3. Batimos los huevos en bol montando los e incorporando el azúcar.
4. ponemos en el bol e incorporamos la harina tamizando la y con movimientos envolventes para no perder el aire. la mezcla
5. Ponemos en un molde que bajo ( capacidad aproximada 250-300ml) la mezcla, esta tiene que quedar estirada y con una altura de unos 5 mm.
6. Con el horno precalentado a 180ºC ponemos a hornear durante 10 minutos
7. Sacamos y dejamos enfriar.

- Para la Gelatina.

1. Ponemos las hojas de gelatina en un bol con agua para rehidratar .
2. En un cazo ponemos el agua y el azúcar, llevamos a ebullición y retiramos.
3. Ponemos las hojas de gelatina e incorporamos hasta que no quede nada,
4. Dejamos enfriar a 30ºC.

Montaje:

1.  Ponemos en el molde del bizcocho un tercio de la gelatina, ponemos a enfriar en nevera o congelador. 
2. Cuando esta cuajada, repartimos las frambuesas y ponemos otro tercio de la gelatina, hasta mitad de las frambuesas y volvemos a enfriar, si no lo hacemos así las frambuesas podrían flotar y quedar mal centradas, tenemos que tener en cuenta que haremos cubos, por lo que a la hora de repartir hay que tenerlo en cuenta.
3. Una vez fría , pondremos el resto de gelatina hasta cubrir un poco por encima las frambuesas y dejamos enfriar.
4. Cuando han pasado mínimo de dos horas, desmoldamos y cortamos en cubos de 2cmx2cm y servimos.

Un poco de historia:

La gelatina se desarrolla

En el mundo farmacéutico, en 1834, Francois Mothes, un químico francés patentó unas cápsulas de gelatina que enmascaraban el sabor amargo de muchos medicamentos, al mismo tiempo que los protegían para que no se estropearan